Murallones de piedra dorada, la emblematica ruta 40, plantaciones de olivos y nogales, viñedos, la Cuesta de Miranda y el legado de los pueblos originarios: sobran las razones para visitar esta region de La Rioja.

Una naturaleza de colores intensos acompaña el recorrido de valles y quebradas.

Sorprendidos, ¿no? -pregunta el guia, con la sonrisa amplia de quien ya saborea la respuesta-. Mucha gente no tiene idea de que La Rioja es tan hermosa; no se imaginan lo que se van a encontrar". Frente a nuestros ojos, el Cañon del Ocre en la sierra de Famatina le da la razon soberanamente, con sus inmensos murallones de piedra dorada, y el rio amarillo que se desliza por abajo, y las montañas hasta donde alcance la vista, y el aire diafano, y el sol cubriendolo todo.

Bellisimo por donde se lo mire, el Cañon forma parte del circuito del Valle de Famatina, tambien llamado Valle Antinaco-Los Colorados, ubicado en el centro-oeste de la provincia de La Rioja y a 1.200 kilometros de Buenos Aires. Son tierras de una geografia deslumbrante (delimitadas por las sierras del Famatina en el oeste y las del Velasco en el este), recorridas por la famosa ruta 40 y salpicadas de pueblos llenos de historia que asoman entre viñedos y plantaciones de olivos, nogales y duraznos.

A cada paso brotan las huellas del pasado indigena -aqui brillaron las culturas diaguita e inca- y su fusion con una profunda fe cristiana de la que aun hoy dan fe las procesiones de familias enteras para venerar a sus santos y las cruces y grutas llenas de flores en lo alto de las sierras. Tambien hay huellas de un pasado mas cercano y mas tortuoso, recuerdos de la fiebre del oro y la explotacion minera, y vestigios que van desde los mas recientes cortes para impedir el paso de las nuevas explotaciones mineras hasta una obra de ingenieria unica en el mundo: el Cable Carril Chilecito-La Mejicana, una construccion de comienzos del siglo XX que recorre 36 kilometros y que, como un espectro, sigue aun en pie hasta los socavones de la antigua mina a 4.600 metros de altura.

Para completar el menu turistico de la zona, apurando los caminos del valle siempre habra algun vecino dispuesto a convidar un mate con bizcochitos o una buena copa del vino torrontes clasico o de otras cepas que se producen cada vez con mas exito. Muchos tienen en los fondos de la casa una huerta y fabrican artesanalmente algun dulce de membrillo riquisimo o unos tomatitos secos. Invitan con una gran sonrisa, porque los riojanos son tan amables y encantadores como su tierra.

Confin del mundo

El lugar ideal para parar y hacer base en la recorrida por el Valle de Famatina es Chilecito, fundada en 1715 y segunda ciudad de la provincia. A pesar de que oficia de capital de la region, Chilecito conserva el sosegado encanto de los pueblos, donde la gente tiene tiempo para charlar con los vecinos, disfrutar del paisaje y dormir larguisimas siestas (todo cierra religiosamente al mediodia y no hay apuro por volver). Hay quien dice que el nombre Chilecito proviene de la cantidad de chilenos que se instalaron alli en tiempos de explotacion minera, aunque en general hay consenso de que viene de la lengua kakan y significa "confin del mundo". Esto es estrictamente lo que se siente.

Una de las primeras misiones cuando uno llega a Chilecito es ubicar en el horizonte el Nevado del Famatina, con mas de 6.000 metros de altura, que se ve desde casi todos lados, excepto cuando lo tapan las nubes ("la novia no se deja ver", dice entonces el riojano).

Las otras postales imperdibles de Chilecito incluyen la plaza central, centro de reunion de todo chileciteño que se precie y, a su alrededor, la primera sucursal del Banco Nacion en el pais y la iglesia con el Cristo articulado. La estatua de El Cristo del Portezuelo tambien se ve desde casi todos lados de dia y tambien de noche, iluminada con luces de colores: tiene 17 metros de altura y esta emplazada frente al parque municipal Arturo Marasso; es lindo subir los 200 escalones a la tardecita, hasta tener una preciosa vista de la ciudad y el valle y luego tomarse una cerveza en la base. Mejor aun con un alfajor de crema de vino, otro clasico de Chilecito.

Temprano a la mañana salimos para la primera excursion: La Vuelta al Pique. Si, el Nevado de Famatina esta ahi, visible. Hermoso dia. Bien.

Despues de pasar por Santa Florentina, la camioneta recorre caminos de montaña, con subidas y descensos en caracol y hermosos miradores naturales. Hace su primera aparicion el rio Famatina, o Amarillo, del Oro o tantos otros nombres que ira tomando desde que nace en la cumbre del Famatina hasta que se desparrama por el valle. En unos dias mas ya sera un viejo conocido pero hoy quedamos boquiabiertos con ese color amarillo tan intenso y sus contrastes. Nadie habia visto nunca algo asi. El guia dice que se debe al dioxido ferroso, pero parece inexplicable.

La Vuelta toca la Estacion 2 del Cable Carril, llamada "El Durazno", con unas vistas extraordinarias, y luego va descendiendo por la Cuesta de Guanchin, entre valles verdes e innumerables plantaciones de olivos y nogales, considerados entre los mejores del pais. Hay una tranquera abierta y mucha gente trabajando. Es tiempo de cosecha y los recolectores estan juntando nueces a toda velocidad en sus canastas. Invitan a probar cuidando de quitarles una pielcita blancuzca que las cubre. Les falta el proceso de secado, pero ya se nota que son increibles.

El fantasma de La Mejicana

En el acceso sur a Chilecito, sobre la ruta 40, aparece de pronto una extraña estructura de color oxido y, a los costados, varias vagonetas y pedazos de guias y remaches con mas de un siglo de historia: es la Estacion 1 del Cable Carril Chilecito-La Mejicana, una obra monumental que la compañia inglesa que explotaba la mina a comienzos del siglo XX encargo a una empresa alemana. Es un sistema de 36 kilometros en linea recta, que va desde los 1.100 metros de altura hasta mas de 4.600 en lo alto del Famatina, con 9 estaciones, 262 torres y 6 calderas, cuyo objetivo era transportar los minerales extraidos en la mina, via el Ferrocarril del Norte, primero hasta Buenos Aires y luego hacia Inglaterra. La mina dejo de funcionar en la decada de 1950, pero el tendido del Cable Carril ha sobrevivido a lo largo de los años, testigo mudo de la fiebre del oro, como un fantasma, impactante y, por momentos, tan intenso que estremece.

En Chilecito se ofrecen variadisimas alternativas para recorrerlo, por partes y algunas mas completas, a pie, en auto, en vehiculos 4x4, a lomo de mula o a caballo… Segun la epoca del año y los intereses, las excursiones mas comunes van con guia y trekking o camioneta a las estaciones 2 y 3 (algunas incluyen una bajada en bicicleta desde ahi); o camioneta hasta la Estacion 3, luego trekking y pernocte en un refugio en la 4; otras proponen pasar la noche en la Estacion 6, "El Cielito" (hay que tener en cuenta la amplitud termica y llevar abrigo, porque las noches en la altura son heladas); una bien de verano es subir en 4x4 hasta La Mejicana y bajar a pie.

Vamos por la subida a La Mejicana, una excursion que demanda unas 9 horas y se hace con guia especializado y 4x4, ya que habra que ir remontando el cauce del rio Amarillo (a esta altura, casi un amigo), cruzandolo y volviendolo a cruzar decenas de veces, entre saltos y piedras. La camioneta es una coctelera la mayor parte del tiempo, pero definitivamente vale la pena: es una aventura maravillosa.

Considerando que hay que subir hasta unos 4.600 metros de altura, salimos muy tempranito (sandwich, agua, abrigo, gorra e infaltable protector solar en la mochila) hacia el Famatina, con toda la intencion de hacer honor al significado del vocablo "diaguitas" ("contempladores de la montaña").

La primera parada es el Portezuelo, con una fabulosa vista a dos quebradas y el rio Amarillo en todo su esplendor. Seguimos luego hasta el Cerro de los Cinco Colores, hermosisimo.

"Nos hacemos los humildes porque no queremos tener problemas con los jujeños y sus siete colores -bromea el guia-, pero la verdad es que el nuestro tiene mas". La imagen confirma sus palabras: es una increible paleta de colores producto de la oxidacion a lo largo de mas de 300 millones de años.

Se suceden lugares cada vez mas impactantes: la explosion de color de El Pesebre; El Cañon del Ocre con los enormes murallones dorados. Pasa una familia de guanacos y una chinchilla, y se empieza a sentir la altura. Pero finalmente llegamos: ahi esta La Mejicana, el final de la estructura de hierro y los viejos socavones de la mina, en medio del viento terrible, la emocion y un paisaje que corta la respiracion.

Camino a Famatina

A 27 kilometros de Chilecito por la ruta 11, sobre el faldeo oriental de las sierras del Famatina, se encuentra la ciudad de Famatina, con sus localidades Bajo y Alto Carrizal, Plaza Vieja y Plaza Nueva y muchisimas fincas, llenas de flores y frutos.

Famosa por el clima agradable, el cielo limpido y la cantidad de dias de sol, el plan en Famatina es caminar incansablemente, visitar fincas, disfrutar de la tranquilidad y la buena comida serrana. Imperdible un locro o unas humitas en la finca Huayrapuca, un lugar precioso, donde tambien se puede pasar unos dias, realizar paseos por la propiedad, cabalgatas y conocer paso a paso la produccion de la nuez. Aqui tambien ofrecen varias excursiones, entre ellas una apasionante: "Los pirquineros", una visita a los actuales lavadores de oro para ver como todavia hoy recolectan, filtran y seleccionan manualmente las particulas que podrian ser de oro. Pocos kilometros mas alla, siempre por la ruta 11, esta el santuario del Niño de Gualco, uno de los centros de devocion y peregrinacion mas importantes de la provincia. Todos los años, el segundo domingo de diciembre, una multitud lleva en andas la imagen (es una pequeñisima talla en piedra del niño con el mundo en sus manos) hasta la localidad de Famatina. Van caminando familias enteras, a lo largo de 35 kilometros, cantando y tocando musica con sus instrumentos, y lo traen de vuelta en un acto de enorme participacion popular. Las misas en el santuario del Niño de Gualco son tambien multitudinarias, igual que las infinitas procesiones en todo el departamento de Chilecito, que bajan de las sierras en cada festividad del santoral catolico y caminan rumbo a las iglesias y capillas que construyeron los jesuitas entre los siglos XVII y XVIII (ocho de ellas han sido declaradas Monumento Historico Nacional).

Pero no solo de fe vive el hombre y esto queda bien claro en las delicias de la cocina riojana: empanadas con carne y papa, jugosas y fritas, locros, tamales y humitas y los postres regionales que alegran la mesa, nueces confitadas, membrillos y quesillo con nueces.

Para "regar", basta decir que el 70 por ciento de las bodegas de La Rioja estan emplazadas en la region de Chilecito y que los vinos de la provincia son cada vez mas apreciados en el mundo, no solo el clasico riojano, el torrontes, sino tambien cepas como bonarda y malbec. Como primer paso, en la ruta del vino riojano se puede visitar Bodegas La Puerta, que cuenta con excelentes vinos y aceite de oliva en una planta que incorporo tecnologia de punta. La bodega se puede recorrer de lunes a viernes, y los viñedos y el paisaje son realmente bellisimos. Vale la pena.

Para el final, la Cuesta de Miranda, a media hora de Chilecito, es uno de los caminos mas hermosos de la provincia, rodeado de profundas quebradas de rocas y tierra intensamente roja. Es realmente impactante: son unos 12 kilometros, entre Sañogasta y Villa Union, que alcanzan los 2.000 metros de altura y que se pueden recorrer en 4x4, haciendo trekking o con bicicleta de montaña (actualmente estan arreglando el camino para que sea mas facilmente transitable).

Llegando al final de la Cuesta de Miranda comienzan a adivinarse los gigantescos paredones rojos del Parque Nacional Talampaya, antigua tierra de dinosaurios que hoy es Patrimonio de la Humanidad. Pero esa es otra nota.

Donde informarse:

www.turismolarioja.gov.ar

Claudia Dubkin para el Suplemento Viajes del diario Clarin